El mes pasado os contamos el embrollo ocurrido en la isla de Formentera tras conocer que ninguna de las concesiones de las playas de la isla volvería a ser de las empresas que lo gestionaban hasta el momento, casi todas familiares, para pasar a ser gestionadas por grandes inversores, evidenciando así un cambio de modelo en la isla.
Tal y como vimos en un artículo anterior, el diseño del concurso para optar a las licencias dejaba el paso abierto a empresas mucho más grandes, con más músculo económico y de fuera de la isla, dejando así a la estacada a las empresas de carácter familiar que se verían obligadas a reinventarse para poder sobrevivir. Como es lógico, esto ha creado una situación de alarma al ver que, seguramente, es solo el inicio de otros cambios que se esperan de cara a los próximos meses y años. Y es que la principal queja que presentan los empresarios isleños, es que llevan varias décadas encargándose de gestionar el turismo de la isla, que pretende apostar por lo familiar y respetuoso con el medioambiente, como para que ahora lleguen empresas de fuera y se encarguen de administrarlo como mejor deseen.
El criterio económico juega en contra de pequeños empresarios
Asimismo, el descontento se incrementó al ver que los criterios para poder renovar las concesiones habían cambiado, beneficiando así a las grandes empresas al valorar en un tercio de la puntuación total la oferta económica presentada.
Claro ha quedado que ha sido un factor decisivo, viendo que todos y cada uno de los empresarios locales han perdido todas y cada una de las concesiones de las playas, que esta premisa afecta directamente a los negocios familiares y beneficia a empresas más grandes y de mayor poder adquisitivo.
La licitación de los negocios de playa llega a los juzgados
Tras varias manifestaciones por parte de la población local de Formentera y una gran situación de malestar por parte de los mismos, esta misma semana dos empresas que habían optado a alguna de las concesiones han presentado un recurso contencioso administrativo al Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares, con la finalidad de que se solicite nulo el concurso. El recurso se apoya en que se debería conceder la nulidad porque, una vez iniciado el proceso para adjudicar las concesiones, la administración cambió las reglas del juego. Al hacerlo tarde, muchos ya habían presentado su oferta, sin poder tener en cuenta que en el informe requerido se aplicaron nuevos criterios de valoración.
Dichos criterios afectaban directamente a la forma que tenía el Consell para puntuar a todas las propuestas de los aspirantes. Por ello, ambas empresas demandantes han solicitado a la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Baleares que acuerde, como una medida de carácter cautelar, la suspensión de todos los actos impugnados y del procedimiento de adjudicación del contrato de explotación de los servicios de temporada en las playas de Formentera.
Ante esta situación, el Consell de Formentera se ha visto obligado a forzar un pleno extraordinario que tendrá como único objetivo poder debatir una proposición relativa a la prórroga de las autorizaciones temporales de playas 2013-2021, hasta el 31 de octubre de este mismo año 2022.
