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Si hay una noticia que nos ha asombrado a todos durante este mes de abril, es el cambio del modelo de chiringuito de Formentera como lo conocíamos hasta ahora.
Nuevas empresas se llevan todas las concesiones
Y es que la Mesa de Contratación de las concesiones de las playas de la isla, ha decidido que toda la gestión familiar de los chiringuitos de las playas de Formentera que se ha llevado a cabo durante las últimas décadas, pase a tener un modelo mucho más empresarial. En otras palabras, ya no queda ninguno de los viejos concesionarios, cosa que ha provocado un auténtico shock para todas las empresas familiares que forman parte de la Asociación de Concesionarios de Playa de Formentera.
El estado de indignación por parte de estos empresarios es colectivo, pues no entienden la decisión que ha tomado el Consell Insular, que dejará a todas estas empresas de carácter familiar a la estacada, teniendo que empezar otra vez de nuevo. Como es obvio, la principal queja reside en que quienes tomarán el control de estos negocios son empresas mucho más grandes, frente a las que no pueden competir de ninguna forma. Asimismo, afirman que la gestión turística de la isla tal y como la conocemos en la actualidad, ha sido fruto de su trabajo, siendo totalmente injusto que ahora vengan otras personas a hacerse cargo del mismo.
¿Por qué los concesionarios actuales han perdido sus chiringuitos?
Todos estos cambios se han producido porque las bases elaboradas para las concesiones playeras, pasaron a valorar en un tercio de la puntuación total la oferta económica.
Históricamente la licencia era un tasa fija que no contaba para valorar el proyecto y así conceder la concesión, pero en las bases del último concurso la oferta económica era libre y a cuanto más alta, más puntos obtenías.
No obstante, se prevé que en el futuro, este no sea el único cambio al que se enfrenten los negocios de la isla, y son muchos los que hablan ya de un cambio a nivel de modelo de negocio turístico. Lo que está claro es que este cambio de manos afecta directamente a los empresarios locales, que siguen llevando a cabo su actividad principal, sin poder luchar contra el cambio de turismo al que se está viendo abocado la isla, cada vez más lejos del turismo familiar y respetuoso con el medioambiente.
Tras conocer estas noticias, la esperanza aún no estaba perdida para los últimos dos chiringuitos de la isla de Formentera que quedaban para adjudicar: el bar Piratabus de Migjorn y el Kiosko la Franja, en Migjorn también Sin embargo, hemos sabido hoy que ninguno de los dos volverá a estar gestionado por las empresas que los explotaban hasta el momento. De hecho, la que estaba al cargo del quiosco La Franja, ha optado directamente por no presentarse al ver las condiciones que se exigían. El Kiosco Piratabus, por su parte, ha intentado revalidar su concesión, aunque solo han podido revalidar la tercera plaza.
Una vez más, esta última noticia evidencia el cambio de modelo que se vivirá en la isla y cómo éste afectará de forma negativa a las empresas familiares locales, que se han visto una vez más superadas por los grandes players turísiticos, con más músculo económico y que deberán reinventarse para poder sobrevivir ante este nuevo contexto.
